El trenzado es un peinado milenario: las egipcias lo lucían en sus pelucas, las africanas lo apegaban en sus cueros cabelludos, y aún lo hacen, y también forma parte característica de la cultura centroamericana y afroamericana.
Antes no cualquiera se hacía trenzas, era como un símbolo que sólo algunos llevaban y se atrevían a hacerlo.
No suele ser común preparar el cabello antes de un trenzado, sin embargo, se recomienda tomar algunas medidas, especialmente a quienes tienen el pelo dañado o delicado.
Se recomienda aplicar tratamientos naturales de hidratación, algunos días antes, tales como, mascarillas, aceites naturales, como el de coco orgánico o aceite de oliva extra virgen. En el caso del cabello teñido, este necesita algunos días de descanso porque suele quedar débil.
Las trenzas sintéticas o de extensión se atan, a modo de trenzado, al cabello del cliente. Desde ese punto en adelante la extensión del pelo lucirá mucho más larga de lo que es, dependiendo del largo del trenzado. En tanto, el cliente no sólo deberá seleccionar el largo de sus trenzas, sino que también el material y color.
Un aspecto poco conocido del trenzado es que puede provocar mucho dolor en algunas personas con el cuero cabelludo sensible. También depende la mano de su trenzador, puesto que si no es delicado, o jala muy fuerte desde la base del cabello, puede causar irritación.
Algunos clientes señalan que las partes cercanas al cuello son más dolorosas, aunque finalmente depende de cada persona.
Un aspecto muy importante en los trenzados es su higiene, las trenzas no necesitan más de 3 lavados por semana, como máximo, y se debe usar champú seco y aplicar aceites en caso de reacciones alérgicas. Mientras más lavados, el trenzado se va soltando.
El hilo es el que más tiempo demora en secar, y suele pesar al contener la humedad, el pelo de seda y sintético tardan mucho menos.
Es importante mantener un buen cuidado. Usar sólo champú diluido en agua o vinagre. No usar acondicionador y, muy relevante, secarlo bien después de cada lavado, se producen hongos y mal olor si almacena humedad.
A pesar de la costumbre que puede generar usar trenzas, es importante dejar descansar.
Si no descansa, la fuerza del trenzado puede que debilite o provoque caída del cabello.
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